El Laboratorio cuenta equipamiento más avanzado que existe en la actualidad para los análisis de Dioxinas y Furanos.
Una moderna unidad, dotada de tecnologías avanzadas para la detección de dioxinas, furanos y compuestos orgánicos persistentes, COPs, puso en marcha el Laboratorio de Oceanografía Química, LOQ, del Departamento de Oceanografía, como parte de su plan de desarrollo. Se trata de un importante paso en la ampliación de las capacidades del LOQ, que se ha especializado en análisis ambientales en matrices marinas (aguas, sedimentos y tejidos), entre otras mezclas. El Director del LOQ, el Dr. Marco Salamanca, nos explica:
“La importancia de contar con un laboratorio de la nueva unidad- radica en que las dioxinas y furanos son una familia de compuestos organoclorados, que se producen en forma no intencional durante la exposición a altas temperaturas de productos orgánicos que contienen cloro en su composición; ya sea por actividades industriales, incineración de residuos urbanos, incendios forestales, generación de energía, calefacción y quema de combustibles fósiles, entre otras múltiples fuentes”
Estos compuestos generan gran preocupación porque presentan alta toxicidad en muy bajas concentraciones, razón por la que fueron incluidas en la denominada “docena sucia” por el Convenio de Estocolmo (2001) sobre contaminantes orgánicos persistentes (COPs), impulsado por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente. Este convenio ha sido ratificado por más de un centenar de países, entre los que se incluye Chile, desde 2005, “por lo cual se debe monitorear su producción y presencia en alimentos y en ambiente”, comentó el Doctor Salamanca.
El académico destacó que LADIOX cuenta con el equipamiento más avanzado que existe en la actualidad para los análisis de dioxinas y furanos: consta de un sistema automatizado de preparación de muestras; un equipo de cromatografía de gases masa/masa para la cuantificación de dioxinas y furanos, además de un cromatógrafo de gases de alta resolución como equipo confirmatorio. “Con este equipamiento, el laboratorio puede ejecutar el Método EPA 1613 (de la Oficina de Protección Ambiental de Estados Unidos) que es utilizado internacionalmente para la cuantificación de dioxinas y furanos en diferentes matrices ambientales y de alimentos, ya que estos compuestos se encuentran en concentraciones muy bajas, en el rango de partes por trillón o cuatrillón de gramo por kilo”, señaló el investigador. Por otro lado, explicó que este equipamiento permite ampliar de manera importante las capacidades de análisis, ya que permitirá ejecutar hasta seis muestras diarias, una cantidad similar a la que se podía procesar en una semana con los sistemas tradicionales.
El laboratorio se encuentra en periodo de marcha blanca, para poner a punto el método EPA, proceso para el cual el personal de la unidad recibirá capacitación de las empresas proveedoras de los equipos. “Todo esto es necesario ya que el objetivo es acreditar estos análisis bajo la norma ISO 17.025 del Instituto Nacional de Normalización, en el plazo de un año, dado que el LOQ tiene esta acreditación para el análisis de otros compuestos que se realizan en sus instalaciones”, indicó Salamanca. Todo el sistema fue adquirido con recursos propios y préstamos blandos, de acuerdo a ingresos futuros, según compromisos de asistencia técnica que actualmente mantiene el LOQ, señaló el investigador. El Doctor Salamanca destacó la pertinencia de la nueva unidad, dado el aumento en la demanda por este tipo de análisis que se ha registrado en el último tiempo. “Los temas ambientales están siendo cada vez más relevantes en la discusión del desarrollo del país. Entonces nosotros hemos ido incorporando todas estas capacidades analíticas para responder a las necesidades de conocer qué es lo que pasa con el ambiente, con metodologías que son comparables en cualquier parte del mundo”, dijo el investigador.